
Deportes - Local
Atlético Bucaramanga… nuevo ciclo de ilusiones y decepciones Por: José Luis Alarcón Rojas


Y
es que los últimos acontecimientos después de culminar la temporada pasada ante la partida de los
grandes referentes del club, Sherman, Dayro, Acosta, Téliz, Chaverra y compañía, no dejan sino ese
sabor amargo que lo bueno que había era para complementar y no para acabar con esa columna
vertebral.
Los directivos no tienen claro
su panorama, deambulan en la nebulosa de la ignorancia y la cicatería económica buscando lo más
barato del mercado, con la aspiración que la lotería, que aparezca uno que otro bueno y salve
los muebles, siempre jugando a la ruleta, al azar, a que nos ganemos el baloto como el espejo
reflejado en la campaña del Deportivo Pereira, que ha dejado el inri para el ´Leopardo´ de ser el
único equipo histórico del rentado colombiano que no ha salido campeón en 75 años de historia, vaya
piano que pesa más aún, y lo peor que los dueños hacen mutis por el foro y pareciera que las validas
protestas de su afición les valieran ´tres tiras´.
Siempre hemos
diagnosticado el mal mayor que aqueja la institución como tal, y año tras año ante las decisiones
por demás infortunadas, desacertadas e inexplicables en la mayoría de las veces, terminan de
ratificar lo expuesto, repito, pareciere que para los dueños lo que hacen es normal y que sus
inentendibles decisiones no afectaran a nadie, ni que le tuviesen que rendir cuentas a nadie, no
hablo ni siquiera de lo económico, hablo de los balances deportivos que son fracaso tras fracaso y
más fracasos sin que se sonrojen.
Todo pasa por ese poder absolutista y totalitario que conlleva al egoísmo supremo y
autoritario del señor Álvarez su dueño, quisiera de verdad hablar ´face to face´ para saber
de su propio pensamiento ¿qué es lo que quiere?, ¿por qué hace lo
que hace? ¿por qué tiene prisionero todo un sentimiento?
Toda una ciudad atrapada en su ego tiránico, detesta el periodismo
deportivo, los hinchas para él no existen, no le importa la afición, ni la ciudad, no tiene nexos ni
simpatía entre los entes gubernamentales y empresariales del departamento y ¡ahora para colmo!
también aburrió el único patrocinador que tenía en la firma Freskaleche, pone cada personaje
a que dé la cara, como es el caso del presidente Quintero, que entró en la misma línea de su jefe,
ahora bloquea periodistas que no le son serviles a sus intereses, porque quienes criticamos este
modelo administrativo hemos sido apartados de su accionar comunicativo.
El señor Jaime Elías Quintero se ha
tornado igual que su gestor, tiránico y absolutista, rodeado sólo con el sequito de que le
conviene. Esa primera parte está clarísima para mí.
En lo deportivo,
ni los técnicos, ni los jugadores tienen la culpa de caer donde cayeron, ellos vienen con sus
propias ilusiones y objetivos, que no son otros sino los de hacer una buena campaña, hacer un buen
nombre y medio se dé, la posibilidad de volar a nuevas posibilidades económicas, situación que no lo
piensan dos veces. Así ha pasado y seguirá pasando mientras se
mantenga el mismo modelo deportivo y administrativo, sin metas, sin objetivos claros y en
medio del desorden institucional, lo uno conduce a lo otro.
Hay jugadores
que se quedan ante la imposibilidad de encontrar otro equipo que les pague más, aguantan el viaje
como decimos popularmente, ante su bajo nivel como futbolistas.
Hago un paréntesis para decir que prefiero quemar las naves con Jorge
Ramoa como técnico, a quien por lo menos tiene la favorabilidad y el arrope de la afición y
el periodismo, eso ya era una ganancia, plus que los directivos ni midieron, ni tomaron en cuenta
después de la salvada que les pegó el año pasado con más de 1500 millones de pesos en sus arcas con
la taquilla frente al Pereira, ni siquiera eso lo premiaron al ídolo de la afición y terminó en la
calle como los demás. Estaba más que cantado.
En la primera salida, frente al frágil Envigado observé un par de jugadores bien
interesantes, veremos si el técnico muestra credenciales para construir, con lo que tiene, un
equipo más o menos decente que de pelea y que no nos haga avergonzar, de hecho, vergüenza que
seguiremos cargando hasta que aparezca la soñada estrella.
Por ahora
muy poco lo mostrado y ya veremos en el transcurrir del campeonato
si hay ropa por lo menos para salir de la trastienda. Dios riegue Bendiciones para todos
¡Abrazo!
Comentar...